El Museo Fallero recibe casi 80.000 visitas al año frente al millón que inunda Valencia los días grandes de las Fallas. El sitio ideal para conocer el arte y la historia de las fiestas josefinas.
Al entrar en el muso, en un largo y luminoso pasillo de la planta baja, se encuentran las primeras figuras que se conservan, a las que acompañan los carteles que anuncian las fiesta de las Fallas, llenos de tonos rojizos y alusiones al fuego, junto a la fotografia del mejor monumento de cada año.
Los primeros ninots infantiles se hallan al subir al primer piso y hay que llegar al año 1963 para contemplar una figura indultada del monumento de los más pequeños, un Pinocho y su padre, Gepetto.