Ateca, un bello rincón zaragozano

Ateca es un bello pueblo de la provincia de Zaragoza (Aragón). Se trata del segundo núcleo de la comarca de Catalayud, tras la capital bilbilitana.  Ateca se encuentra en el Sistema Ibérico, al sudoeste de la provincia zaragozana en la confluencia de los ríos Jalón y Manubles. Se halla a 102 kilómetros de Zaragoza, 221 de Madrid y 16 de Calatayud.

La Attracum celtibérica fue convertida en Teca por los árabes. El casco histórico estuvo amurallado con el fin de proteger los caminos de Zaragoza, Teruel y Soria. El casco histórico de esta villa aragonesa es un singular entramado irregular con pintorescos rincones y plazuelas. La tradición mudéjar es la gran protagonista de este pueblo.

Ateca, un bello pueblo zaragozano

En la parte baja de Ateca se halla la plaza porticada del Ayuntamiento, las dos puertas originales que se conservan de la vieja muralla y la torre del Reloj, elegante construcción mudéjar cuadrada rematada con un chapitel octogonal acampanado.

Por otro lado, la torre mudéjar de la iglesia de Santa María destaca como una referencia fundamental en la ruta del arte mudéjar de Aragón. Erigida en el siglo XIV en ladrillo y decorada con adornos de cerámica de tradición islámica, refleja la etapa histórica que va entre los siglos XII y XVII, cuando en el valle del Jalón convivieron cristianos, árabes y judíos.

Otra iglesia intersante es la Iglesia de San Francisco, conocida popularmente como San Martín, que fue lenvantada entre los años 1627 y 1630. Asimismo, en el término municipal de Ateca se hallan la ermita de San Blas, patrón del pueblo; la ermita de San Gregoro; la ermita de Santiago; la ermita de San Roque y la ermita de San Lorenzo.

También hay que conocer  el Castillo que está  en la parte más elevada del casco urbano; son inapreciables la mayoría de sus huellas, ya que la mayorí  de los lienzos forman parte de las viviendas. No se trata de un castillo medieval, sino de un fuerte de fusileros del siglo XIX, que ha sido restaurado en los útimos años.

Por último, hay que vistiar la plaza de toros, una de las más antiguas de España que fue erigida hacia 1860. Es de planta octogonal y de titularidad municipal desde la década de 1950.