Cala de San Vicente, paraíso ibicenco

La isla de Ibiza está repleta de bellos rincones que nos dejan de sorprendernos por su exquisita belleza. Las calas abundan por la isla y  consiguen que cuando vamos por una carretera nos den ganas de parar el coche al descubrir un precioso paisaje inesperado.

Uno de esos lugares es la Cala de San Vicente, en el norte de la isla. En un camino sinuoso y estrecho que discurre por la montaña se llega a Sant Joan, un municipio famoso por sus calas. Casi por sorpresa nos encontramos con este rincón mágico, una cala cerrada y protegida bañada por el oleaje del sudeste mediterráneo.


Concentrada en unos escasos quinientos metros,  encontramos unas aguas tremendamente claras rodeadas por una fina arena blanca. En la Cala de San Vicente  podremos disfrutar de un cómodo baño en una playa tranquila, con filas de hamacas y espacio para plantar la sombrilla y tostarse al sol.

En cuanto al desplazamiento nada mejor que el coche si luego se quieren recorrer más rincones de la isla. Puedes descubrir muchos de ellos en www.spiritofibiza.es. No obstante, siempre puedes usar el servicio de autobuses a la cercana Santa Eulália, la tercera población más grande de Ibiza.