Los Jardines de las Vistillas, una belleza madrileña

Los Jardines de Las Vistillas se hallan ubicados  entre la calle Bailén, la de Segovia y la Ronda de Segovia, en el corazón de la capital de España, Madrid. En su parte norte, se encuentra  la plaza de Gabriel Miró y las zonas ajardinadas de los terraplenes al lado del Viaducto de Segovia. En la zona sur, los jardines son denominados Parque de la Cornisa, al estar al borde de un barranco.

Las Vistillas es es uno de los rincones más bonitos de Madrid y sobresalen por sus espléndidas vistas del atardecer madrileño. Si uno quiere conquistar a su pareja, no debe darle más vueltas  y tiene que ir a estos jardines al caer el sol cuando la noche se apodera de la capital.

Además, los Jardines de las Vistillas son protagonistas de zarzuelas y cuplés durante las fiestas de la Virgen de La Paloma y también aquí los madrileños se visten de chulapos y chulapas para bailar un chotis en el espacio equivalente a un ladrillo.

En su esquina noroeste, se alza un estatua de bronce de cuerpo completo. La escultura representa a La Violetera, figura típica del paisaje madrileño de inicios del siglo XX que llevara a la inmortalidad la gran actriz Sara Montiel en su película homónima rodada en  1958.

Esta preciosa  figura conduce a una de las terrazas más sobressalientes  del atardecer de la capital de España. Bajos unos árboles, algunos de ellos centenarios, de elevado porte y con unos parterres bordeando el talud sur de la calle Segovia, y hasta la calle Bailén, se alza  El Ventorillo, un conjunto de mesas sobre pavimento de gravilla y tierra del parque, donde se puede cenar plácidamente mientras la noche oscurece el día.

Por último, su elevada posición permite observar  la Casa de Campo, la fachada sur de la Almudena y el Viaducto. De noche, la excelente iluminación de la catedral difumina sus contornos exteriores y crea un magnífico juego de luces y sombras arrojadas, que mejoran su estética diurna. Finalmente, el entorno se completa con varios recovecos que ofrece la calle Beatriz Galindo.

Foto vía Nitaleg y su cocina