Rupit i Pruit, un precioso pueblo barcelonés

Rupit

Rupit i Pruit es un pequeño y bello pueblo de la comarca de Osona, ubicado al noreste de la comarca y al este de la Sierra de Cabrera, en la provincia de Barcelona (Cataluña). Apenas rebasa los 330 habitantes

Está compuesto  por dos núcleos urbanos: Rupit y Pruit, que fueron independientes hasta el año 1977. Se trata del último pueblo de la provincia de Barcelona en la carretera que une los municipios de Vich, capital de la comarca de Osona,  y Olot, capital de la comarca de La Garrocha (Gerona).  Se halla a 98 kilómetros de Barcelona.

Situado bajo el peñasco donde estaba emplazado el castillo, Rupit y Pruit es un típico pueblo de montaña, con calles estrechas y empinadas, casi rodeado por la riera homónima. El casco urbano está levantado por una serie de casa de piedras, con balcones de madera cargados de tiestos con flores y plantas.  En su término municipal, destacan las masías, la construcción rural más típica de Cataluña.

El visitante puede dejar el coche aparcado en el exterior del pueblo para acceder a pie cruzando el puente colgante sobre la riera de Rupit.Tras subir las calles empinadas, se llegará a las ruinas del castillo. Desde allí, se podrá disfrutar de un magnífica vista sobre el casco urbano, así como el altiplano de Collsacabra y los sistemas montañosos circundantes.

Por otro lado, la belleza de algunas de las viviendas del pueblo, concretamente la llamada de la Ferrería en la calle de Fossar, llevó a los arquitectos catalanes Ramon Raventós y Francesc Folguera a reproducirla en el Pueblo Español de Barcelona, el recinto de la Exposición Universal de 1929 donde se puso en valor una antología de lo mejor de la arquitectura de los pueblos españoles.

La calle más bella es la de Fossar, en cuyo extremo se puede ver una cruz con la fecha de 1641. La iglesia parroquial del San Miguel (siglo XVIII) destaca por su estilo que combina el tardobarroco con el neoclasicismo. Otras iglesias que merecen ser visitadas son la de Sant Joan de Fábregas y la de Santa Magdalena.

Foto vía Soy Viajero