El museo al aire libre PlateroEScultura de Moguer continúa creciendo

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El museo al aire libre PlateroEScultura de Moguer (Huelva, Andalucía) sigue creciendo. Así, acaba de inaugurar  una nueva pieza inspirada en el capítulo ‘Idilio de Abril’ del genio poético Juan Ramón Jiménez. El Ayuntamiento  de Moguer promueve este recorrido escultórico en homenaje a la obra que mejor captó la esencia y el alma de esta localidad onubense.

Numerosos  moguereños y moguereñas se concentraron en la céntrica plaza de la iglesia para ver  la inauguración de la segunda pieza del museo al aire libre PlateroEScultura, obra del artista Pedro Requejo Novoa, que ha sabido captar perfectamente  la esencia del capítulo XXIX de Platero y yo, ‘Idilio de abril’.

Este nuevo proyecto artístico ha contado con la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur, que con su labor de patrocinio y mecenazgo permite continuar tematizando el casco histórico de la localidad con referencias permanentes a la obra que elevó a Moguer a la categoría de universal.

Pedro Requejo ha logrado  recrear  en esta composición escultórica la escena de Platero, volviendo cargado de flores de un paseo por el primaveral campo moguereño, entre el bullicio y las risas de los niños que lo acompañan, sorprendidos  por una tormenta de abril.

Esta espectacular obra no solamente mantendrá vivo el recuerdo de la elegía andaluza, sino que  también se convertirá en un atractivo  turístico más para recorrer el casco histórico de la ciudad.

Las obras del escultor Pedro Requejo Novoa están impregnadas de un lírico realismo capaz de dotar a sus figuras de un gran  atractivo, captando en todos sus detalles el instante preciso para emocionar.

Así, el autro  recrea el ‘Idilio de Abril’ de Juan Ramón dando forma a un  burrillo, algo mayor y más travieso que el protagonista del primer capítulo de la obra, que está acompañada por dos pequeños; una niña que, a lomos de Platero, abre sus brazos y su alma al fresco encanto de la lluviosa primavera, y un niño que parece realizar una amistosa confidencia al borrico, mientras éste mastica todavía ‘las flores a las que su bocota alcanza…’.

Foto vía Huelvaya