La plaza de Catalunya es el principal núcleo de centralidad urbana de Barcelona, su plaza más famosa, u n hito turístico de la capital de Cataluña que siempre está repleta de turistas y barceloneses.
No obstante, esta plaza no debería haber existido según los planos de Ildefonso Cerdá. El ingeniero había previsto en su lugar varias manzanas más de la gran retícula urbana urbana del Eixample, y fue la gran presión popular la que, ávida de un espacio diáfano a la salida del abigarrado casco histórico, consiguió que aquel sector quedará libre de edificaciones. Al final, se urbanizó entre 1927 y 1929 según el diseño de Francesc P. Nebot.