A escasos 15 kilómetros de Belmonte, Mota del Cuervo es conocido con el sobrenombre de «El Balcón de la Mancha» desde donde se pueden ver una magnífica panorámica de los molinos de viento y de las tierras de la Mancha. Con probables orígenes visigóticos y árabes, ya en el año 1250 los cristianos se asentaron en la zona y pasó a pertenecer a la Orden de Santiago.
Mota de Cuervo, que está a 116 kilómetros de Cuenca, resulta famosa por su artesanía de cerámica blanca de influencia árabe, fabricada tradicionalmente por mujeres en el barrio de los alfareros llamado Las Canteras o El Arrabal. Muy buenos también son los vinos a los que se ha dado el nombre de «Zagarrón», nombre procedent de un paraje de la villa.