Ochagavía, una maravilla navarra

Ochagavía está situado en el Valle de Salazar, a 84 kilómetros al noroeste de Pamplona, y se trata de uno de los pueblos más pintorescos de Navarra, con apenas 600 habitantes. Ochagavía presenta un bonito conjunto urbano que lo convierten en una excelente punto de llegada para después visitar todo el precioso valle.

Ochagavía está cruzado por los ríos Anduna y Zatoya, los cuales al unirse reciben el nombre de río Salazar, y que forman una de las imágenes más típicas con sus puentes de piedra, seis en total, y sus antiguos caserones muchos de los cuales aun conservan viejos escudos de armas, un conjunto que configura una arquitectura pirenaica de singular belleza.

Ochagavía se divide en cuatro barrios: Urrutia, Irigoyen, Iribarren y Labaria. La iglesia de San Juan Evangelista es el monumento más interesante de esta localidad navarra. De origen gótico, fue reedificada en el siglo XVI y tras la guerra de la Convencón, en el transcurso de la cual las tropas francesas incendiaron y saquearon Ochagavía (1794). En su interior, guarda tres magníficos retablos, obra de Miguel de Espinal.

También sobresale el Santuario de Santa María de Muskilda. Se encuentra en l cima de un monte próximo, desde donde se divisan los valles del Zatoya y de Anduna. El templo data de del siglo XII y fue restaurado a mediados del  XVII. Lo más curioso es el remate cónico de la torre. En el interior se venera una imagen de la Virgen de de Muskilda, talla gótica.

Además, hay que contemplar el crucero a la entrada de pueblo, las casas típicas de Ochagavía, varios palacios medievales y un puente de piedra.

Por último, desde Ochagavía, se pueden realizar varias excursiones para conocer otros bellos lugares de Navarra como el Bosque de Irati, una de las mayores manchas forestales europeas, sólo superada por la Selva Negra alemana; Garralda y el valle de Aézcoa; el valle de Belagoa;  y el valle del Roncal.

Foto vía Casa Rural