Orihuela, la gracia alicantina

Orihuela es una ciudad situada en el extremo sur occidental de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana. Se encuentra a 19 kilómetros de Murcia, a 52 de Alicante, 220 de Valencia y 408 de Madrid.

Situada a orillas del río Segura, en el centro de una huerta muy fértil, cuidadosamente regada y cultivada desde el siglo XII, Orihuela alberga un impresionante conjunto histórico-artístico que incluye varios monumentos nacionales. Además, es cuna de ilustres personajes como el poeta Miguel Hernández.

En la plaza de Santiago, se levanta la iglesia de Santiago, declarada monumento nacional en 1933. Construida en el siglo XVI, presenta una curiosa mezcla de estilos: el gótico de la fachada principal y el barroco en el lateral. Además, posee dos puertas góticas y una plateresca así como un grandioso órgano barroco.

La iglesia de las Santas Justa y Rufina, monumento nacional desde 1971, se construyó en el siglo XIV y fue restaurada en el XVIII. Su estilo es gótico, aunque cuenta con una gran fachada barroca y otra al norte de corte renacentista.

La Catedral, situada en el centro de Orihuela, es el tercero de los monumentos nacionales de esta bella ciudad. Levantada entre los siglos XIV y XV en estilo gótico. Sobresalen su portada gótica, sus tres naves con capillas laterales, y su claustro románico desde el que se accede al Museo Diocesano de Arte Sacro, con obras de Velázquez, Osona, Ribera y Morales.

También llama la atención el colegio-convento de Santo Domingo, monumento nacional desde 1933, que fue construido en el siglo XV. Este gran palacio destaca como uno de los edificios más renacentistas más interesantes de la Comunidad Valenciana. En su interior sobresalen los claustros, el altar mayor, la cúpula y un bellísimo zócalo de azulejería de Manises.

Asimismo, Orihuela obsequia al visitante con el Palacio Episcopal; el castillo; el palacio de Teodomiro; la Biblioteca de Fernando Loaces; el palacio del Marques de Ruvalcaba; y la Casa Museo de Miguel Hernández.

Por último, antes de irse de Orihuela, hay que probar sus platos más sabrosos como el arroz con costra, la paella huertana, el guisado de pava, el trigo picado y el caldero; además, entre su repostería, merecen citarse los pasteles de gloria y los almojávanes.

Foto vía Escapada Rural