Berlanga de Duero, un precioso rincón soriano

Berlanga de Duero es un bello pueblo soriano situado a 49 kilómetros de Soria y 200 de Madrid. Se sitúa en el sur de la provincia castellana, bañada por el río Duero, junto a sus afluentes Escalote y Talegones,  y a 934 metros de altura.

Berlanga es famosa por su castillo del siglo XV, su barrio judío y su colegiata. Está rodeada de una extensa arboleda y consersa un importante conjunto arquitectónico y notables tesoros en su magnífica colegiata. Está declarada Conjunto Histórico-Artístico.

Es una ciudad de empredradas y aportaladas calles que alberga nobles casonas y un encantador conjunto típicamente castellano.  El bello rollo gótico de la Justicia se sitúa al a entrada de pueblo para recibir al visitante.

El Castillo de Berlanga de Duero es su mayor icono. Está en lo alto de un cerro. Es de origen musulmán y se pudo erigir sobre el siglo X. Como dato curioso, el Cid Campeador anduvo por Berlanga y donó su castillo al rey Alfonso VI. Sobre los restos de esta antigua fortaleza, en el siglo XV se construyó la que hoy en día contemplamos. Lo más destacado es su esbelata Torre de Homenaje.

También sobresale la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado. Fue edificado por Juan de Resines entre 1526 y 1529 dentro del estilo gótico flamígero. Contiene una preciosa bóveda de estrella sostenida por columnas, un notable conjunto de retablos y en la gran capilla mayor se guarda la imagen de la Virgen del Mercado (escultura tardorrománica del siglo XII)  a quien está consagrado el templo.

Asimismo, en Berlanga hay que visitar su Plaza Mayor porticada, coqueta y de  estilo castellano; el Palacio de los Duques de Frías que está en el mismo cerro que el Castillo y tan sólo conserva su fachada renacentista; las Juberías; el puente medieval medio abandonado junto a una estación de tren que ya no funciona; la Ermita de la Virgen de las Torres; y la Ermita de Paredes Alba.

Por último, antes de irse de Berlanga de Duero hay que comprar sus productos más típicos: los trabajos de forja y los objetos de alfarería. Asimismo, se debe probar un dulce denominado lagarto que hace referencia al lagarto o caimán que trajo desde Panamá Fray Tomás de Berlanga (siglo XVI y descubridor de las islas Galápagos)  y que, disecado, se puede ver en uno de los muros de la colegiata.

Foto vía CRIE Berlanga del Duero