En Barcelona, existen muchos lugares muy bonitos. Uno de ellos es la calle del Bisbe. Por el extremo de la avenida de la Catedral se llega a la calle del Bisbe, pasando entre las dos torres de la antigua muralla romana, es decir, a través del portal del Bisbe.
A la derecha queda el palacio episcopal, o Palau del Bisbe, que junto con la Catedral, la Casa de l’Ardiaca y la Pía Almoina componen el conjunto de edificaciones vinculadas a la condición barcelonesa de sede episcopal (que se remonta a mitad del siglo IV).
El Palau del Bisbe es un edificio de exterior algo insulso. Fue erigido a partir del siglo XII junto al portal de las murallas romanas, y en su interior todavía conserva una galería románica en la planta noble, así como de diversos detalles góticos y otros elementos que forman una heterogénea mezcal de estilos.